“Voces de Cuba” Programa 10 - Ramón Saúl Sánchez

En este programa subimos a bordo del barco DEMOCRACIA para mantener una charla con RAMÓN SAÚL SÁNCHEZ, presidente del Movimiento Democracia. Con él hablamos de su vida y de su extensa labor como activista por la libertad en Cuba.

Ramón Saúl Sánchez: El rostro de una lucha sin balas pero con alma

Por más de cinco décadas, Ramón Saúl Sánchez ha sido uno de los rostros más visibles del exilio cubano comprometido con la causa de la libertad. Su historia no es solo la de un opositor político, sino la de una conciencia nacional que se niega a rendirse. Desde sus inicios en la lucha armada hasta convertirse en un defensor inquebrantable de la no violencia, Sánchez representa una transformación profunda y coherente que ha marcado la historia del activismo cubano en Estados Unidos.

De niño exiliado a líder moral

Nacido en Colón, Matanzas, Sánchez llegó a Estados Unidos a los 12 años, enviado por sus padres a través de los "vuelos de la libertad". Dejó atrás a su madre, a quien nunca volvería a ver con vida. Aquella separación marcó el inicio de una vida dedicada a luchar por los que, como ella, quedaron atrapados bajo una dictadura.

A los 15 años se unió a la resistencia anticastrista. Su primera etapa estuvo marcada por la creencia, común en aquel entonces, de que la violencia era la única vía para derrocar al régimen. Participó en entrenamientos guerrilleros y colaboró con grupos como Alfa 66.

Sin embargo, todo cambió tras pasar cuatro años y medio en una prisión federal estadounidense por negarse a testificar ante un jurado que investigaba un presunto atentado contra Fidel Castro. “Me negué a ser informante”, dice. Fue allí donde, inspirado por Gandhi, Luther King y Martí, abrazó la lucha cívica no violenta.

Un compromiso radical con la no violencia

Sánchez regresó del presidio con una misión clara: demostrar que se puede luchar con dignidad sin recurrir a la violencia. Fundó el Movimiento Democracia, una organización que se convirtió en pionera de la resistencia cívica no violenta desde el exilio.

Este movimiento ha liderado campañas emblemáticas: flotillas frente a las costas cubanas, huelgas de hambre, protestas por los derechos de los balseros y denuncias públicas del régimen. Las acciones, siempre simbólicas y pacíficas, han sido contundentes: desde reclamar la memoria de los asesinados en el remolcador “13 de marzo” hasta defender en tribunales a los famosos “camionautas” y “balseros del puente”.

Sobre el embargo y las verdaderas prohibiciones

Sánchez no esquiva temas polémicos. Aunque muchos exiliados apoyan el embargo estadounidense, él lo considera contraproducente. “El régimen cubano lo utiliza como excusa para sus fracasos y como herramienta de propaganda”, afirma. A su juicio, el verdadero embargo es el que impone el propio gobierno cubano: el embargo a las libertades, a la reunificación familiar, a la libre expresión, al derecho de entrar a su propia patria.

Una vida de sacrificio, no de privilegios

Lejos de vivir del activismo, Sánchez sostiene su lucha con su propio trabajo. Desde hace más de 16 años, trabaja en una empresa de construcción que edifica viviendas para personas de bajos ingresos. “Con el sudor de mi frente financio mi activismo”, recalca. Rechaza cualquier tipo de ayuda de gobiernos o grandes corporaciones. Su lucha se construye desde la integridad.

La cárcel como escuela del espíritu

Ha estado preso siete veces por su activismo. Y aunque reconoce el dolor y el aislamiento que conlleva el presidio, también valora lo que dejó en él: una conciencia reforzada, una fe aún más profunda en la no violencia y una claridad absoluta sobre su propósito. “La cárcel destruye tu vida en muchos sentidos, pero puede nutrir tu espíritu si sabes por qué estás allí”.

Un futuro que se respira desde la dignidad

Sánchez vislumbra el fin del régimen cubano no como producto de una guerra o una invasión, sino como un despertar colectivo. “Un día alguien convocará a caminar. Y ese día todos los cubanos se darán cuenta de que ya somos un ejército. Un ejército de dignidad”, dice con la serenidad de quien cree profundamente en lo que dice.

A pesar de infiltraciones, amenazas, torpederas y juicios, Sánchez y el Movimiento Democracia siguen. Flotillas, campañas, demandas judiciales, movilizaciones: cada acto, por pequeño que parezca, es parte de un tejido de resistencia que se ha vuelto esencial para la memoria y la esperanza del pueblo cubano.

✊ Ramón Saúl Sánchez no solo lucha por Cuba. Lucha por la idea de que toda patria tiene derecho a ser libre, sin fusiles, pero con verdad.


CREDITOS

Director: Jeffrey Puente García

Cámara: Yoel Álvarez

Montaje y Post-producción: Sergio Valens

Asistente de Producción: Karelia Fernandez

Sonido: Héctor Núñez Estévez

Producción Periodística: Jeffrey Puente García

Producción General e Idea: Jeffrey Puente García / Sergio Valens

Duración: 37:13


Galería de Imágenes del rodaje.

Extras

Rodando a bordo del “Democracia”

Una tarde "Voces de Cuba" quiso dialogar con Ramón Saúl Sánchez a bordo de uno de los botes de la flotilla "Democracia". 

Zarpamos del parque Martí y navegamos por el río Miami hasta salir a la bahía.

Saúl iba recostado en una de las barandas de la proa del bote, nosotros con los equipos de grabación de pie y sentados también en la proa manteniendo el equilibrio y cortando las tomas muy seguido, pues al salir a la Bahia y al cruzarnos con otras embarcaciones que reconocían al "Democracia" le gritaban: -"VIVA CUBA LIBRE!".

Saúl acostumbrado a estas muestras de apoyo saludaba con orgullo. La charla fue muy orgánica y fluida, pues aunque yo no estaba en el ángulo visual de mi entrevistado él mantuvo la mirada en el punto que le pedimos como si yo estuviera a su misma altura.

Al terminar no pude evitar hacer un paralelismo y recordar esa frase que inmortalizara a Ernest Hemingway en "El viejo y el Mar":

"Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado"

Jeffrey Puente García - Director de "Voces de Cuba"